Una isla gastronómica en el verdadero sentido de la palabra.

De hecho, la Gruta dei due Ponti se encuentra en una pequeña isla del río Ticino, unida por dos puentes romanos que dan nombre a la gruta. La amplia terraza, la vegetación que la rodea y la frescura del agua la convierten en un lugar encantador para pasar las cálidas tardes de verano.

Tradición y creatividad caracterizan la oferta de platos, siempre elaborados con productos frescos y de temporada. Tampoco faltan los clásicos pero siempre apreciados embutidos locales y quesos alpinos. Todos alimentos apreciados no sólo por los clientes, sino también por Slow Food, que menciona la gruta en su guía "Osterie d'Italia".


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